Después de unas semanas en Cancún decidimos comprar por correo unas revistas sobre arqueología mexicana. Esas revistas desataron la locura y desde entonces hemos estado emulando a Stephen y Catherwood en busca de ruinas mayas (no siempre con el mismo éxito).
Tomando como referencia una de estas revistas y para celebrar mi cumpleaños decidimos pasar un fin de semana de "escapada".
Balamkanché está pasado Valladolid, y cerca de Chichen Itzá, es bastante sencillo llegar hasta allí y está bastante bien señalizado. Se trata de una red de grutas que se extienden por kilómetros en las que se han encontrado vestigios mayas. La entrada es de 37 MXN. Debe haber un grupo mínimo de 6 personas para que abran la cueva, nosotros les dimos lástima porque eramos 3 y nos dejaron pasar. El circuito empieza cada dos horas e intercalan inglés y español (los audios están grabados por lo que si llegas antes de tiempo hay que esperar el turno de tu idioma). Un guía del INAH acompaña al grupo en todo momento y con suerte, como en nuestro caso, puede completar la explicación con sus propias vivencias y conocimientos.
A medida que nos adentramos en la gruta el ambiente se va condensando, la grabación nos da una explicación sobre la cultura de los antiguos maya y ayuda a ambientarnos. Bajamos durante unos cientos de metros hasta atravesar una puerta. A partir de ese punto se descubrieron los restos mayas, pinturas murales, y una gran cantidad de cerámica, mucha de la cual sigue expuesta en el lugar.
Este lugar lo llaman "La Ceiba" ya que asemeja el arbol sagrado de los mayas el axis mundi que comunica el mundo de los vivos con el inframundo.
A sus pies incensarios con caras de Chac y otros dioses.
¡A estas alturas ya andabamos cerca de los 40 grados!!
Nuestra nota: 8/10
Lo mejor: La sala del "árbol de la vida", una experiencia casi mística.
Lo no tan bueno: Menudo calooooor. Llegar y que no haya gente suficiente para el tour.
Recomendamos: Ir en grupo, para evitar sorpresas. Llevar ropa ligera para el calor y tener agua fresca para la salida. Después de el paseo por el inframundo decidimos buscar un lugar para refrescarnos. Una opción cercana y apetecible era el Cenote Ik Kil, dentro del ecoturismo del mismo nombre. La entrada al cenote es de 70 MXN, precio que te puedes ahorrar si pasas la noche en una de sus estupendas cabañas (1200 MXN la noche.) El lugar está masificado, por lo que es recomendable viajar en Octubre, cuando hay menos gente. Si uno se aloja en el ecoturismo puedes bañarte de noche completamente solo. Uno de los trabajadores encederá las luces a petición. Es un espectáculo que merece la pena ver.
Fotos del Cenote Ik-kil durante el día. La sirena en medio
de las lianas soy yo. El sitio está muy cuidado y preparado para las visitas. No todos los cenotes son aptos para todo el público. El acceso a éste, a pesar de bajar unas cuantas escaleras, es de los más sencillos.
Nuestra nota: 7'5/10
Lo mejor: Está muy cuidado y es realmente bonito. Poder verlo de noche.
Lo no tan bueno: Muuuy masificado.
Recomendamos: Ir en época baja. En temporada alta la nota seguro bajaría uno o dos puntos enteros.
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