Después de nuestra aventura en la selva y el descanso en el hotelito nos dirigimos al final de nuestra expedición. Dos pequeños sitios del estilo Rio Bec.
El primero de ellos, Balamkú, está en dirección a Escarcega, a unos poco kilómetros, la salida a mano derecha en la carretera está bien señalizada y el camino es accesible. La entrada cuesta 31 MXN y hay que caminar unos cientos de metros hasta llegar al sitio.
Las estructuras son sencillas rodeadas de arbolillos y zonas un poco más abiertas. Mientras caminamos nos dimos cuenta que uno de los guardianes nos seguía, lo que nos hizo sospechar un poco, pero estabamos equivocados. El señor me indicó que la entrada a ver los relieves de estuco estaba por un lado de la estructura principal. Le seguí. Al costado del templo había una puerta cerrada con llave que el hombre abrió amablemente, el resto de la expedición andaba perdida por el sitio. Entré y me quedé de piedra.
Todo la parte del templo que se ve desde el exterior es una reconstrucción de la capa del último periodo. Bajo esta "boveda" del clásico tardío se encuentra la subestructura que estaba coronada con unos relieves de estuco espectaculares. Son estos relieves los que se descubren al abrir la puerta. Jaguares, ranas, cocodrilos, la serpiente emplumada. Toda una lección de cosmogonía maya hecha de estuco en una sala de unos 10-15 metros de largo. Uno de esos pequeños milagros de la preservación. El sitio no era demasiado importante o conocido hasta el descubrimiento de esta joya. 100% recomendable.
Nuestra nota: 8/10
Lo mejor: El relieve de estuco. Sin duda.
Lo no tan bueno: El resto no vale tanto la pena.
Recomendamos: Como siempre, ir temprano y llevar una buena cámara para interior. No perdérselo. La última parada de nuetro viaje fue Xpujil. El sitio está situado en la ciudad del mismo nombre, en el centro. No tiene pérdida. La entrada cuesta 37 MXN. Seguramente porque está cerca de la civilización. Ya hemos comprobado que los sitios alejados tienen bonus en la entrada y te premiam por llegar al fin del mundo. Es lo único que explica el precio de la entrada de Calakmul.
El sitio no es muy grande y tal vez sea el más prescindible pero al estar tan accesible bien merece una visitilla. El edificio principal es muy representativo del estilo de la zona y tiene unas cresterías imponentes.
Lo mejor: La estrucutra principal, muy impresionante. MUY accesible.
Lo no tan bueno: El resto no vale tanto la pena.
Recomendamos: No perder mucho tiempo en el sitio para poder visitar los demás. Después de esta visita regresamos de vuelta a Cancún. Desde Xpuhil el viaje es asequible del tirón, pero nosotros decidimos hacer una parada en Tulum para descansar y llegar temprano al día siguiente. A día de hoy ha sido nuestra aventura más larga... Esperamos os haya gustado.