31 jul 2011

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En realidad no están en Cuzamá.

Llevaba un tiempo dispuesta a conocer estos cenotes y vivir esta experiencia. No pillan muy de paso de Cancún, así que la ruta que hicimos fue una excusa perfecta para llegar hasta el lugar. Os pondré en antecedentes.

A estas alturas del camino ya sabemos que toda la Península de Yucatán está regada de estos curiosos "pozos" de agua que son los cenotes (ya hablaremos de ellos más extensamente), y que los hay más o menos espectaculares, algunos para bucear y otros simplemente para nadar. En el caso de estos tres cenotes se trata de completar el nado con un paseo de lo más alternativo. El modo de locomoción para acceder a los cenotes son "trucks" tirados por caballitos.

¿Qué es un "truck"? Bien, empezaré por el principio. Toda la zona que rodea Mérida y Campeche fue conocida hasta finales del siglo XX por ser zona de cultivo de Henequén (también dedicaremos una entrada a este fenómeno). Las grandes Haciendas que florecieron desde el XVIII necesitaban un modo de transporte rápido y eficaz para mover la producción dentro de sus inmensas plantaciones, por ese motivo gran parte de la zona se encuentra sembrada de pequeñas "vias" por las que se transportaba el henequén.

Hoy en día estas vías han sido (a mi parecer genialmente) reutilizadas como medio de locomoción para acceder a tres cenotes que se encuentran a mitad del camino. Existen dos cooperativas de locales que explotan esta actividad y los precios son concertados por lo que no se puede regatear demasiado. El precio es por "truck" con su conductor certificado de 250 MXN, por lo que para ir en grupo es de lo más asequible (4 personas estrechas y 6 como máximo), incluye el paseo y la visita a los 3 cenotes, por lo que el precio por persona incluso para 2 es muy asequible.


Cómo llegar: Como he comentado al principio los cenotes no están en Cuzama sino en un pueblito muy pequeño llamado Chunkanán, al sur de éste. Si llegas a Cuzama por la carretera principal al llegar a la plaza del pueblo (donde está la iglesia) hay que agarrar la carretera hacia el sur (mano derecha), cruzando la plaza en linea recta. A varios kilómetros todo derecho hay un campito a mano derecha  donde se pueden rentar los trucks y salen las excursiones. Nosotros llegamos hasta Chunkanán (un poco más adelante por la misma carretera) donde hay otra cooperativa que ofrece los paseos y no está tan masificada. No tiene pérdida, los caballitos y los trucks están bien visibles desde la carretera.

Los tres cenotes que se visitan son bonitos. El primero es muy accesible por unas escaleras fáciles de bajar. El segundo es más complicado y no todo el mundo decide probarlo. El tercero, tiene un acceso limitado por unas escaleras empinadas y que muy poca gente se decide a bajar. Nosotros recomendamos hacer el esfuerzo ya que disfrutamos de lo lindo de esta experiencia. Lo pasamos como enanos en los carritos tirados por caballos y descarrilamos en una curva, lo que le dio una inesperada nota de aventura, nuestro guía tuvo que levantar ese cacharro cada vez que nos cruzábamos con algún carrito en dirección contraria y tenía los brazos como un tenista.

El único punto negativo, la cantidad de gente que hay haciendo lo mismo, pero entre que los trucks son para tu grupo sólo, y que en los cenotes no se baña mucha gente, la experiencia vale muchísimo la pena. Nosotros lo pasamos genial.

Os regalamos nuestro primer video en el blog, para haceros partícipes de la experiencia.
Nuestra nota: 8.5/10
Lo mejor: El paseo con los caballos, descarrilar, tener que levantarnos cada vez que nos cruzamos con otro carrito.
Lo no tan bueno: Mucha gente.
Recomendamos: Ir en temporada baja o bien ir por la tarde (como nosotros) hay menos gente. Comenzar por el cenote más lejano e ir acercándose hacia el inicio. Charlar con el truquero, a nosotros nos costó pero siempre cuentan cosas interesantes.





26 jul 2011

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Después de pasar la mañana recorriendo Uxmal nos dirigimos a un yacimiento no tan espectacular, pero muy interesante: Kabah.

El sitio no está muy lejos de Uxmal, a unos 40 kilómetros, cerca de la ciudad de Sta. Elena, y la carretera pasa justo por enmedio, dividiendo el conjunto en dos de manera salvaje (como en muchos otros yacimientos en el mundo). También hay que decir que esto lo hace de lo mas cómodo, convirtiendo el sitio en apto para que lo visiten hasta las personas mas vagas, ya que los edificios están a tiro de piedra de la via. El precio de la entrada es de 43$ MXN

El grupo de estructuras este es el mas espectacular, y destaca una plaza cuadrangular elevada, rodeada de edificios, incluyendo un palacio bastante grande y un templo desde el que se tiene una vista magnífica del conjunto. Si el día es soleado no será raro encontrar alguna iguana tomando el sol.

Junto a esta plaza se alza el que probablemente es el edificio mas original del yacimiento, el palacio de los Mascarones, que muestra el extremo al que llegó el estilo puuc en su afan de decorar hasta el último rincón de las estructuras. Una fachada completamente cubierta de mascarones del dios Chac es prueba de esto.

Al otro lado de la carretera podemos visitar una pirámide, varios conjuntos de templos y edificaciones (muchas de ellas sin excavar y pendientes de limpieza), algunos sacbés y el famoso arco de Kabah.

Nuestra nota: 7'5/10
Lo mejor: El edificio de los mascarones.
Lo no tan bueno: La carretera parte la zona en dos, una lástima.
Recomendamos: Visitar el yacimiento. Aunque esté cerca de otros mas importantes y vistosos, no se tarda mucho en verlo y es tiempo bién invertido.

Siguiendo con la ruta, nos dirigimos hacia la ciudad maya de Mayapán. Se trata de un yacimiento que está junto a la ciudad actual de igual nombre, a unos 60 km. al sureste de Mérida. El sitio es muy curioso, ya que parece un Chichen itza en miniatura. La verdad es que pertenecen al mismo periodo (Postclásico tardío), y las construcciones recuerdan bastante a las de Chichen, pero mas pequeñas. La entrada cuesta 31$ MXN.

Destaca la pirámide de Kukulkán, curiosamente con las escaleras construidas de manera asimétrica, y un edificio cilíndrico sobre un zócalo (muy parecido al Caracol de Chichen), en cuyo interior se puede ver una bóveda curva muy chula. El yacimiento no es muy grande, y se puede ver en una horita sin cansarse ni caminar demasiado. Desde lo alto de la pirámide se abarca toda la zona excavada y la panorámica es muy fotogénica.

Se conservan bastante bien algunos relieves en partes excavadas de los muros de la pirámide, con figuras antropomorfas muy chulas. Lo que más destaca del yacimiento son las pinturas murales que se han conservado en algunos edificios. Desafortunadamente no se han conservado restos pintados en buen estado de conservación en muchos sitios, y las pinturas de Mayapan bien valen una visita, porque son muy originales. La mas impresionante muestra una vista submarina, con iguanas, peces y fauna marina variada, además de un personaje buceando. Nunca habíamos visto nada igual...

Nuestra nota: 7'5/10
Lo mejor: El mural con pinturas submarinas. ¡Sobresaliente!
Lo no tan bueno: Como está cerca de una ciudad, suele haber bastante gente.
Recomendamos: Subir a la pirámide de Kukulkán. No es muy alta y la vista de conjunto vale la pena.

22 jul 2011

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Cuenta la leyenda que un enano nacido de un huevo de tortuga reinó en Uxmal durante años. Bajo su reinado mandó construir un templo sin igual y lo llamó "Pirámide del Adivino". Cuenta que reinó muchos años de manera juiciosa, pero que el poder terminó corrompiéndole de tal manera que ofendió a los mismos dioses. El castigo por sus actos fue la destrucción de la ciudad y la civilización que la vió florecer.
Es probable que Uxmal sea la segunda ciudad más visitada del área maya, y no inmerecidamente. A una corta distancia de Mérida y a unas 3 horas de Cancún el paseo hasta allí bien merece la pena. Nosotros decidimos madrugar para llegar a primera hora y disfrutarla con tranquilidad y sin demasiado público. La entrada cuesta 111 MXN (igual que Chichén) los 51 MXN del INAH + 60 de CULTUR (un pago para la conservación de las áreas arqueológicas que sólo se aplica en el estado de Yucatán). Por lo que recomendamos a los locales y residentes (el FM3 es válido) que vayan en domingo, cuando la entrada es libre. La zona cuenta con todos los servicios.

Uxmal es un dilema. Por un lado es bastante popular, lo que hace difícil disfrutarlo en absoluta tranquilidad, por otro te deja el cuerpo helado, no puede dejar de gustarte porque no es comparable con nada visto. Es monumental, limpio, de fuerte sentido matemático, en ciertas áreas decadente. Contrastan sus zonas completamente reconstruidas con aquellas en las que tienes que luchar contra la vegetación para poder pasar. Una cosa es segura, no te dejará indiferente. El templo del Adivino es la estructura más famosa, original pirámide de esquinas curvadas, que hace honor al enano de la historia. El Cuadrángulo de las monjas, por el que se accede al resto del sitio, es majestuoso y el favorito de las señoras iguanas que se tuestan al solecito al calor de sus piedras. No hay nada como pasear por la plaza mientras corretean en busca de un lugar donde no ser molestadas. El juego de pelota conserva uno de los aros más completos y grandes de la zona y conduce a la zona del Palacio del Gobernador, donde hay que subir a observar toda el área. Hay que contener el aliento. Con un poco más de esfuerzo (y controlando la respiración, uno dos, uno dos) llegamos a lo alto de la Gran Pirámide donde la vista es aún mejor. Hasta ahí todo normal. Pero el sitio es inmenso. Recomendamos bajar por el templo del Gobernador para rodear por detrás la Gran Pirámide y el Templo sur (sin reconstruir) pasamos entonces por debajo justo del Palomar (mi debilidad, qué le vamos a hacer) y se puede explorar un poco la zona para llegar hasta el grupo del cementerio o la zona norte, zonas nada conocidas y que el 98% de los visitantes pasan sin ver. Nosotros no encontramos esta última (y eso con mapa en mano, ejemplo de lo grande y silvestre que son algunas zonas del sitio) por lo que tenemos que volver. La visita merece al menos un par de horas para recorrer todos los rincones, con tres, pues mejor.
Nuestra nota: 9/10
Lo mejor: A mi me gusta el Palomar, pero supongo que la Pirámide del Adivino y el Cuadrángulo de las monjas.
Lo no tan bueno: El precio de la entrada. Su aumento de popularidad en los últimos años.
Recomendamos: Madrugar, ir en domingo si te puedes ahorrar el dinero. Llevar agua, las subidas al sol se notan. Perderse, el sitio es mucho más grande de lo que parece y de lo que visita la gente. Investigad!!

19 jul 2011

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Comenzamos nuestro recorrido por la Ruta Puuc por los yacimientos de Labná y Sayil, que se encuentran muy cerca uno de otro, a apenas unos kilómetros de distancia, en el sur del estado de Yucatán. Después de una buena sesión de carretera desde Cancún, llegamos a la zona por algunas rutas comarcales no muy transitadas


Labná tiene mas fama, y es mas extenso y con mas edificios excavados. Se trata de una ciudad no demasiado grande, en la que podemos encontrar estructuras palaciegas, algunos templos y un arco bastante espectacular. Lo primero que sorprende es la decoración de los edificios (que es lo que les da fama, y lo que caracteriza al estilo puuc). La mayor parte de las estructuras estan literalmente cubiertas de adornos en forma de agrupaciones de falsas columnillas, metopas con motivos geométricos y múltiples representaciones del dios Chac, aparte de otras esculturas en las fachadas. El Palacio principal es muy espectacular por este motivo, además de por su tamaño y altura.


También destaca el llamado templo del Mirador, una pequeña pirámide con un templete en su parte superior, en el que destaca su impresionante crestería. Junto a este edificio encontramos la construcción mas conocida del sitio, un arco espléndido, que forma parte de otro edificio con un patio profusamente decorado con el mismo estilo que el Palacio.

Hay que destacar que las construcciones mas importantes están unidas por imponentes sacbés, o avenidas ceremoniales, elevadas unos palmos por sobre el terreno, y especialmente bien conservados en este yacimiento.


El auge de esta ciudad se data en el periodo clásico (600 - 900 d.C.)



Nuestra nota: 8/10
Lo mejor: Tal vez el mejor yacimiento para disfrutar de la decoración estilo puuc.
Lo no tan bueno: No hay muchos edificios que visitar.
Recomendamos: Darse un paseo por los sacbés, aparecen múltiples encuadres interesantes para hacer fotos chulas.

El segundo yacimiento que visitamos fue Sayil, en principio menos importante, ya que tiene excavadas menos estructuras. Lo que pasa es que el edificio principal de Sayil es un Palacio colosal, con tres pisos de altura, y cubierto de decoración de estilo puuc. La fachada es absolutamente espectacular, y es tan grande que se complica el hacerle una fotografía en la que quepa entero. Las habitaciones que se abren a la fachada tienen unos curiosos portales divididos por columnas, con unos dinteles construidos con bloques de piedra. La sencillez de estas columnas contrasta con lo abigarrado de la decoración. Y Chac nos vigila desde todos los rincones...

Poco mas hay que ver aquí. Tenemos un templo con crestería no muy bien conservado, y hay que destacar también un edificio rodeado por la selva y a medio excavar, con un dintel cubierto de escritura jeroglífica muy bonito.

Nuestra nota: 8/10
Lo mejor: Ver el Palacio justifica de sobra la visita. Es impresionante.
Lo no tan bueno: Poco mas que ver, aparte del Palacio
Recomendamos: Descansar un rato a la sombra y disfrutar de la vista de un edificio tan magnífico.