22 may 2011

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Después de nuestra aventura en la selva y el descanso en el hotelito nos dirigimos al final de nuestra expedición. Dos pequeños sitios del estilo Rio Bec. 

El primero de ellos, Balamkú, está en dirección a Escarcega, a unos poco kilómetros, la salida a mano derecha en la carretera está bien señalizada y el camino es accesible. La entrada cuesta 31 MXN y hay que caminar unos cientos de metros hasta llegar al sitio. 



Las estructuras son sencillas rodeadas de arbolillos y zonas un poco más abiertas. Mientras caminamos nos dimos cuenta que uno de los guardianes nos seguía, lo que nos hizo sospechar un poco, pero estabamos equivocados. El señor me indicó que la entrada a ver los relieves de estuco estaba por un lado de la estructura principal. Le seguí. Al costado del templo había una puerta cerrada con llave que el hombre abrió amablemente, el resto de la expedición andaba perdida por el sitio. Entré y me quedé de piedra. 

Todo la parte del templo que se ve desde el exterior es una reconstrucción de la capa del último periodo. Bajo esta "boveda" del clásico tardío se encuentra la subestructura que estaba coronada con unos relieves de estuco espectaculares. Son estos relieves los que se descubren al abrir la puerta. Jaguares, ranas, cocodrilos, la serpiente emplumada. Toda una lección de cosmogonía maya hecha de estuco en una sala de unos 10-15 metros de largo. Uno de esos pequeños milagros de la preservación. El sitio no era demasiado importante o conocido hasta el descubrimiento de esta joya. 100% recomendable. 
Nuestra nota: 8/10
Lo mejor: El relieve de estuco. Sin duda.
Lo no tan bueno: El resto no vale tanto la pena.
Recomendamos: Como siempre, ir temprano y llevar una buena cámara para interior. No perdérselo.


La última parada de nuetro viaje fue Xpujil. El sitio está situado en la ciudad del mismo nombre, en el centro. No tiene pérdida. La entrada cuesta 37 MXN. Seguramente porque está cerca de la civilización. Ya hemos comprobado que los sitios alejados tienen bonus en la entrada y te premiam por llegar al fin del mundo. Es lo único que explica el precio de la entrada de Calakmul.

El sitio no es muy grande y tal vez sea el más prescindible pero al estar tan accesible bien merece una visitilla. El edificio principal es muy representativo del estilo de la zona y tiene unas cresterías imponentes. 

Nuestra nota: 7/10
Lo mejor: La estrucutra principal, muy impresionante. MUY accesible.
Lo no tan bueno: El resto no vale tanto la pena.
Recomendamos: No perder mucho tiempo en el sitio para poder visitar los demás.
Después de esta visita regresamos de vuelta a Cancún. Desde Xpuhil el viaje es asequible del tirón, pero nosotros decidimos hacer una parada en Tulum para descansar y llegar temprano al día siguiente. A día de hoy ha sido nuestra aventura más larga... Esperamos os haya gustado.

1 may 2011

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Después de recorrer a fondo la zona Rio Bec en los alrededores de Xpujil, nos dirigimos hacia la que fuera una de las mas importantes ciudades mayas en el periodo clásico (el mas espléndido de la historia de esta cultura): Calakmul.

Calakmul se encuentra en el sur del estado de Campeche, muy cerca de la frontera con Guatelama, y está en lo mas profundo de la impenetrable selva que cubre la región llamada del Petén. Para llegar al sitio hay que seguir avanzando hacia el oeste por la carretera de Chetumal a Escárcega, y girar al sur por una ruta que lleva específicamente al yacimiento, atravesando cerca de 60 km. de selva en la reserva natural de Calakmul.

Poco después de torcer por la desviación, hay un sitio en el que se puede pernoctar. Se trata de un camping, bastante económico, pero sin muchos lujos (mas bién ninguno). Es una buena opción si no se quiere gastar mucho. Y al día siguiente, lo ideal es llegar a las ruinas a la hora de apertura, a las 8 de la mañana. La entrada es sorprendentemente barata, $41.00, teniendo en cuenta la grandiosidad de lo que hay por visitar. Tal vez la razón sea que el yacimiento esta bastante alejado de todo lugar civilizado.

Lo primero que sorprende de Calakmul es la frondosidad de los bosques. La ciudad es enorme, pero está cubierta de la selva mas densa que hemos visto hasta ahora. Entre las ruinas podemos encontrarnos con grupos de monos araña, aves de todo tipo, tal vez un tapir... Los árboles son espectaculares, altísimos, y cubren los edificios en ruinas a lo largo de kilómetros cuadrados.

La ciudad tuvo su momento de gloria sobre los siglos VI y VII de nuestra era, y mantuvo una eterna disputa con otra importante ciudad, Tikal, que finalmente se alzó con la victoria, acabando con la dinastía reinante en Calakmul. De su pasado esplendoroso quedan como testigo las dos enormes pirámides que se alzan entre la selva, Las estructuras 1 y 2. Se hace complicado imaginarse esta ciudad en su momento álgido, pero viendo edificios como esos, uno se da cuenta de su importancia.

A lo largo de los kilómetros de senderos podemos contemplar variados templos, plazas, complejos palaciegos y residenciales, y estelas, muchas estelas originales, cubiertas de bajorrelieves y glifos, que cuentan la historia del lugar.

Para la visita podemos estar como mínimo un par de horas, y vale la pena dejarse llevar por las rutas mas largas (las hay para vagos, para visitantes y para exploradores). Se pueden ver muchas de las innumerables estructuras sin excavar que permanecen intocadas hasta que les llegue el turno.

Después de la visita decidimos darnos un homenaje, y nos fuimos a pasar lo que quedaba del día a un hotelito con cabañas de semi lujo cercano, muy agradable. Aprovechando que el hotel lo ofrecía, nos acercamos a ver, con la puesta de sol, la salida de una colonia de murciélagos de una cueva cercana. Mas de cuatro millones de murciélagos son un espectáculo digno de disfrutarse.

Nuestra nota: 9/10
Lo mejor: La gigantesca pirámide 2, y la incomparable vista que se disfruta desde allí.
Lo no tan bueno: No estaría mal que hubiera mas edificios excavados, y la selva hace complicado sacar buenas fotos.
Recomendamos: Calzarse las botas de caminar y recorrer los senderos mas largos.