10 abr 2011

Corredor arqueológico II: Dzibanché, Kinichná y Lamay

Muy cerquita de Kohunlich, en la carretera que se dirige a Escárcega encontramos una desviación señalizada que nos llevará hasta el conjunto arqueológico de Dzibanché. Se trata de una enorme área llena de restos de una gran ciudad maya, en la que se pueden visitar tres zonas: Dzibanché, la mas importante y monumental; Kinichná, donde se visita nada mas un edificio, pero muy espectacular; y Lamay, un área en proceso de estudio que se puede ver desde la carretera. Es un área muy interesante, y vale la pena visitarla con detenimiento aunque hay que tener en cuenta que no hay hoteles cerca, salvo uno de lujo, que no está al alcance de los bolsillos de todos.

El primer lugar que visitamos es Kinichná, una impactante acrópolis a dos kilómetros de Dzibanché, de altura considerable y con toda una serie de dependencias en la parte superior, a modo de templetes. La subida es dura, pero vale la pena porque está muy bien conservada y tiene una vista muy chula.

Nuestra nota: 8'5/10
Lo mejor: La grandiosidad de la estructura, que impresiona por su tamaño y altura
Lo no tan bueno: La vegetación circundante impide tener una buena visión de conjunto del edificio.
Recomendamos: Subir hasta arriba del todo para disfrutar de la vista despejada que nos espera.

La zona principal del conjunto de Dzibanché es el centro ceremonial y político de la antigua ciudad, una impresionante agrupación de templos, pirámides y palacios, que conforman plazas monumentales por entre las que pasan los senderos. La visita comienza pasando junto al llamado Templo de los Dinteles, un edificio piramidal escalonado, sobre el que se alza el Templo en sí, en el que se encontraron unos valiosos dinteles de madera labrados con glifos y figuras.

El recorrido llega a una gran plaza rodeada de construcciones, entre los que destaca una altísima estructura, el edificio II, en el que se conservan algunos restos de estuco en un costado. El paseo visitando los templos uno por uno es muy bello, y se agradece la sombra de los árboles que cubren la mayor parte de la zona.


La zona central del yacimiento es una plaza elevada sobre un zócalo, flanqueada por cuatro edificios, uno de los cuales es el mismo edificio II pero del otro lado. También hay dos palacios (norte y sur), y un fantástico templo I, muy bien conservado. Muchos de los edificios tienen enormes árboles que crecen sobre sus piedras, y que han sido mantenidos por los arqueólogos (con muy buen criterio, creo yo).


Un poco mas allá de la gran plaza se encuentran toda una serie de plazoletas mas modestas, de dependencias administrativas, pero que tienen un ambiente muy especial, a la sombra de esos enormes árboles. El último gran edificio que se puede visitar es una estructura alargada y también bastante alta que conserva unas espectaculares falsas bóvedas, muy estilizadas y que conservan restos de cobertura de estuco.

La entrada a Dzibanché y Kinichná cuesta $41 MXN, y el boleto vale para los dos yacimientos, ya que se considera que el recinto es el mismo.


Nuestra nota: 9/10
Lo mejor: La cantidad de edificios monumentales en el yacimiento, que lo convierten en una joya.
Lo no tan bueno: No se pueden ver los dinteles de madera grabada por los que es famoso el lugar. Están guardados en un almacén.
Recomendamos: No centrarse únicamente en las plazas monumentales. Hay rincones mágicos también en las zonas mas periféricas.

Muy cerca de Dzibanché, junto a la misma carretera, se pasa junto a Lamay, otra zona de acrópolis que se encuentra en excavación y todavía no se puede visitar, aunque nada impide disfrutar de la vista de sus estructuras desde cierta distancia. En conjunto, el grupo arqueológico de Dzibanché y sus yacimientos subsidiarios es de las ciudades mayas mas espectaculares que hemos visitado (y ya hemos visto muchas). Es una visita ineludible si se viaja por el sur de Quintana Roo.

Nuestra nota: 6/10
Lo mejor: Al estar junto a la carretera es muy fácil parar y hacer unas fotos.
Lo no tan bueno: No se puede visitar.
Recomendamos: Dejarlo para el final del recorrido.

2 Reactions to this post

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  1. Martitorris dijo... 10 de abril de 2011, 12:19

    En Dzibanché nos paramos a hablar con uno de los chicos del mantenimiento. Él nos contó sobre los dinteles de madera y las excavaciones. Es muy recomendable pararse a charlar con esta gente. No son guías expertos, pero saben más del lugar y conocen algunos detalles que está bien conocer.

  2. Paty dijo... 25 de enero de 2017, 23:35

    Gracias a Dios que existe esta riqueza, cómo explicar que sus cuidadores son expertos y sus arboladas te dejan sin palabras. Visiten Dzibanché.

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