Llevaba un tiempo dispuesta a conocer estos cenotes y vivir esta experiencia. No pillan muy de paso de Cancún, así que la ruta que hicimos fue una excusa perfecta para llegar hasta el lugar. Os pondré en antecedentes.
A estas alturas del camino ya sabemos que toda la Península de Yucatán está regada de estos curiosos "pozos" de agua que son los cenotes (ya hablaremos de ellos más extensamente), y que los hay más o menos espectaculares, algunos para bucear y otros simplemente para nadar. En el caso de estos tres cenotes se trata de completar el nado con un paseo de lo más alternativo. El modo de locomoción para acceder a los cenotes son "trucks" tirados por caballitos.
¿Qué es un "truck"? Bien, empezaré por el principio. Toda la zona que rodea Mérida y Campeche fue conocida hasta finales del siglo XX por ser zona de cultivo de Henequén (también dedicaremos una entrada a este fenómeno). Las grandes Haciendas que florecieron desde el XVIII necesitaban un modo de transporte rápido y eficaz para mover la producción dentro de sus inmensas plantaciones, por ese motivo gran parte de la zona se encuentra sembrada de pequeñas "vias" por las que se transportaba el henequén.
Hoy en día estas vías han sido (a mi parecer genialmente) reutilizadas como medio de locomoción para acceder a tres cenotes que se encuentran a mitad del camino. Existen dos cooperativas de locales que explotan esta actividad y los precios son concertados por lo que no se puede regatear demasiado. El precio es por "truck" con su conductor certificado de 250 MXN, por lo que para ir en grupo es de lo más asequible (4 personas estrechas y 6 como máximo), incluye el paseo y la visita a los 3 cenotes, por lo que el precio por persona incluso para 2 es muy asequible.
Cómo llegar: Como he comentado al principio los cenotes no están en Cuzama sino en un pueblito muy pequeño llamado Chunkanán, al sur de éste. Si llegas a Cuzama por la carretera principal al llegar a la plaza del pueblo (donde está la iglesia) hay que agarrar la carretera hacia el sur (mano derecha), cruzando la plaza en linea recta. A varios kilómetros todo derecho hay un campito a mano derecha donde se pueden rentar los trucks y salen las excursiones. Nosotros llegamos hasta Chunkanán (un poco más adelante por la misma carretera) donde hay otra cooperativa que ofrece los paseos y no está tan masificada. No tiene pérdida, los caballitos y los trucks están bien visibles desde la carretera.
El único punto negativo, la cantidad de gente que hay haciendo lo mismo, pero entre que los trucks son para tu grupo sólo, y que en los cenotes no se baña mucha gente, la experiencia vale muchísimo la pena. Nosotros lo pasamos genial.
Os regalamos nuestro primer video en el blog, para haceros partícipes de la experiencia.
Nuestra nota: 8.5/10
Lo mejor: El paseo con los caballos, descarrilar, tener que levantarnos cada vez que nos cruzamos con otro carrito.
Lo no tan bueno: Mucha gente.
Recomendamos: Ir en temporada baja o bien ir por la tarde (como nosotros) hay menos gente. Comenzar por el cenote más lejano e ir acercándose hacia el inicio. Charlar con el truquero, a nosotros nos costó pero siempre cuentan cosas interesantes.